Pedro Adán Sánchez
Cartagena, 1942 – Cartagena, 2017
Pintor, escenógrafo, diseñador de producto e interiorista
Si pienso en Pedro Adán, viene a mi mente alguien muy alto, muy calmado y muy afable, dotado de una voz grave de esas que no se olvidan y, además… desnudo. Porque este diseñador y la que esto escribe solíamos coincidir en ese paraíso natural que tenemos en Cartagena, el camping naturista El Portús. Gracias al que fue su director durante más de cuarenta años, Aurelio Vaquero, amante del diseño y asiduo de las actividades de DIP, hemos podido contar con contactos y saber más cosas de Pedrito, como lo llamaban sus íntimos.
Por ejemplo, que a mediados de los años 80 compartió piso con los también jóvenes Luis Gutiérrez y Francisco Martín, que había sido niño cantor, como Marisol y Joselito, de nombre Paquito, y que llegaría a ser uno de los gestores culturales más importantes de nuestro país, impulsor de iniciativas como «La Mar de Músicas» y miembro del colectivo Mestizo, por citar solo un par. Me imagino, pues nunca estuve, en qué estado de gracia creativa se viviría entonces en ese piso de Cartagena. Y me sale una sonrisa.
En la producción de Pedro Adán hasta aquel momento había coreografías, escenografías, unas lámparas de metacrilato y unas bonitas joyas unisex que, muchos años después, en septiembre de 2011, expondría en la galería de arte Bisel, bajo el título “Acero-Metacrilato-Luz”, sus tres materiales favoritos. Una primera etapa creativa que desarrolló sobre todo en Valencia.
Los cartageneros más festeros y de cierta edad aún recuerdan la intervención que hizo en el Teatro Principal para celebrar el Carnaval, un espectacular montaje con paracaídas de seda. Ese fue el primer trabajo del diseñador cuando volvió a nuestra región, un encargo del Ayuntamiento de Cartagena, al que siguió otro, que resolvió con paneles de metacrilato, para un nuevo edificio del ayuntamiento. Cercano al Molinete, hoy es de la Universidad Politécnica. Lamentablemente, la aportación de Pedro Adán no se ha conservado.
Menos efímeros fueron sus trabajos de interiorismo en cafeterías, restaurantes y otros locales en Cartagena, espacios que muchos de nosotros habremos disfrutado sin saber que, si estábamos a gusto era en gran parte gracias a Pedro. Es el caso del pub del Hotel Cartagonova, un local de copas de la calle Jabonerías (antes Sagasta) y un restaurante de la calle del Aire, hoy cerrado. Y numerosas las intervenciones que realizó en domicilios y empresas particulares, no solo en Cartagena, también en Madrid, Murcia y Almería, incluidos los centros IVI de estas dos últimas ciudades.
Sobre el trabajo de Pedro podrían contarnos más cosas otras personas que considero cercanas: el equipo de Quarta Mobiliario Contemporáneo y Ramón García, el galerista valenciano y mecenas de Mateo Charris y Gonzalo Sicre en sus tiempos de My name’s Lolita Art. Me lo he apuntado para más adelante.
Pero prefiero contactar ahora con Alfonso Martínez, cartagenero propietario de la galería El Callejón de la Parra y decorador interiorista en ejercicio, aunque, según me cuenta él mismo, tiene más de setenta años, con lo que, inmediatamente, ha pasado a engrosar la lista de nuestros protagonistas de “Memoria del Diseño Región de Murcia. Etapa Dos”. Por él me entero de que Pedro Adán padre fue asentador de La Lonja, oficio que no encajaba en absoluto con un hijo tan creativo.
Compañeros de estudios de decoración, Alfonso y Pedro colaboraron en dos ocasiones: antes de la etapa valenciana y, sobre todo, a la vuelta de Pedro a Cartagena, en muchos de esos trabajos de interiorismo y también en la galería de arte, que Pedro Adán dirigió durante un par de años. Y gracias a las fotografías enviadas por Lola Olmos, compañera de Pedro al final de su vida, podremos admirar algunos de sus trabajos, que hablan por sí solos.
Porque con Pedro yo hablé del tiempo, de la vida, de su hija, que vive en Italia y le dio nietos, pero sin duda perdí una oportunidad, pues nunca mencioné el diseño. En lo poco que Google sabe de él, encuentro una cita sencilla de cómo se posicionaba al respecto: “Siempre que diseño, lo primero que pienso es en la funcionalidad. Hacerlo bonito viene después”.
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Un recuerdo de Teresa Jular, con la colaboración de Aurelio Vaquero, Alfonso Martínez y Lola Olmos.
Vídeo
Piezas de Joyería