Trataré de componer una semblanza que le haga justicia, con recuerdos de personas que le hemos conocido en distintos momentos de su vida y la generosa colaboración de su mujer, Irene Torregrosa, y las dos hijas de ambos, Irene y Elisa, diseñadora también, por cierto. 

De Chipola sé un par de cosas que no sabe Google. Por ejemplo, que su apodo de nacimiento era el Pipa y que tomó su nombre artístico de otra familia, molinense como la suya, a la que conoció mucho por andar de aventuras adolescentes con un nacido “Chipola”, mi amigo José Antonio Ruiz Rex. Este, que ha tenido que lidiar toda su vida con tener un colombroño famoso, no ha olvidado cómo se hicieron agricultores en ratos libres de estudios, para experimentar de primera mano la dureza del trabajo manual en el secano. Aunque su compromiso social siguió firme, la vivencia les duró una sola cosecha de alfalfa.

Joaquín es un autodidacta que siempre ha dibujado como si no hubiera un mañana. Garabatos primero y después tebeos, pues, como contaba él mismo y recogen algunas biografías, gracias a Francisco Abad, descubre maestros españoles y estadounidenses como Miguel Quesada, autor de “Pantera negra”; Luis Bermejo y “Apache”; el “Príncipe Valiente” de Harold Foster y el “Flash Gordon” de Alex Raymond. Y también las obras de Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, Ingres y Rafael, que siempre le han fascinado.

Tras la muerte de Juan, su padre, otras dos personas le influyen para dedicarse plenamente a la creación: una es Francisco García Albaladejo y la otra Baldomero Ferrer “Baldo”, quien no tarda en incorporarle a su agencia de publidad, Ekipo, donde aprende el oficio de diseñador gráfico y consolida su dominio del dibujo humorístico.  

A finales de los años 70, comienza a publicar su serie “La familia Chipola” en el diario “La Verdad” de Murcia y a principios de los 80 alcanza reconocimiento en ámbito nacional, publicando en la revista “Senda del Cómic” y el semanario de humor “El Jueves”. Más tarde, colabora en el periódico murciano “La Opinión”, que simultanea durante un tiempo con la revista “Noticias Obreras”.