“Siendo muy joven, se interesó por las causas políticas y participó activamente en un grupo afín a la ideología de la falange auténtica inspirada por Ramiro Ledesma, que se llamaba Acción Revolucionaria Sindicalista (ARS); esto fue entre los años 70 al 73, coincidiendo mayoritariamente con su etapa de estudiante en Madrid.
Entre los años 74 al 79, ya en Murcia, se compromete con el sindicalismo y empieza a militar en la CNT de manera activa, hasta que, en el año 76, una operación policial conjunta de las policías de Barcelona, Málaga y Murcia, desarticulan los grupos de las tres provincias, y dan con sus huesos en la cárcel Modelo de Barcelona”.

Entre los años 74 al 79, ya en Murcia, se compromete con el sindicalismo y empieza a militar en la CNT de manera activa, hasta que, en el año 76, una operación policial conjunta de las policías de Barcelona, Málaga y Murcia, desarticulan los grupos de las tres provincias, y dan con sus huesos en la cárcel Modelo de Barcelona”.

Faustino, cuyo padre fue Ángel Fernández Picón, el último alcalde franquista de Murcia, salió en libertad bajo fianza después de una semana en la cárcel junto a otros compañeros. Su hijo nos aclara que “no todos corrieron la misma suerte”. Y que, posteriormente, se benefició de la amnistía concedida con motivo de la proclamación de la Constitución de 1978.

Un año antes, en 1997, había contraído matrimonio con Debla Orihuela Calatayud, su primera mujer, licenciada en Historia del Arte y con quien tuvo dos hijos, nuestro interlocutor, y María, licenciada en Ciencias Físicas. Madre e hija están vinculadas a la Universidad de Murcia.

Faustino Fernández Conejero no llegó a concluir los estudios universitarios iniciados en Madrid, pero nunca dejó de ser persona curiosa y amante del saber. Aprovechó los conocimientos adquiridos sobre multicopistas durante sus años de militancia política para abrir la imprenta «El Taller», en la calle Escultor Roque López de Murcia.

Escritor, editor y coleccionista de arte, llegó a tener un profundo conocimiento de las Artes Gráficas, que compartía generosamente. Hasta su cierre en 2008, enfocó su empresa como un espacio abierto a personas creativas y con la misma inquietud que él por la cultura.

Una actitud que corroboran estas emocionantes palabras de despedida de Nacho Ruiz, codirector de la Galería de Arte T20: “ Se ha muerto Faustino Fernández Conejero el día que T20 cumple 25 años. Fue nuestro impresor y nuestro amigo. Fue un maestro y nos ayudó casi más que nadie desde su imprenta, El Taller. Lo que sabemos de hacer libros nos lo enseñó él. Durante la carrera hicimos con él nuestra revista, Cavecanem. La montábamos y grapábamos nosotros, casi vivíamos en aquella imprenta heroica a la que tanto debe la cultura en Murcia. Cuando no teníamos dinero para algo, él se hacía cargo y el cartel o el catálogo salían.

Era una buena persona, un eterno revolucionario y un poeta. Hoy lamento mucho no haberlo llamado hace tanto tiempo, pero no puedo remediarlo ya. Se ha ido una buena persona y un pilar de T20. Y no nos queda más que llorarlo y recordar lo mucho que nos enseñó”

Como nuestro compañero Jorge Martínez expresó en «EMCUENTRO»: “en este proyecto también hay tristeza y rabia, por aquellos que nos van dejando de forma repentina y a los que jamás podremos entrevistar”. Aquel día nos referíamos sobre todo a los diseñadores Antonio Ballester, Chipola y Antonio Álvarez, que fallecieron en 2024. No sabíamos que muy poco después tendríamos que sumar a Faustino Fernández Conejero.

Sobre él iniciamos hoy esta semblanza que esperamos seguir completando, un poco más adelante, con testimonios de más seres queridos: su última mujer, Paqui, entre ellos.